Tuesday, May 02, 2006

GRANDES GESTAS: El 2 de mayo

El 2 de mayo en Madrid. La carga de los mamelucos
Francisco de Goya y Lucientes

El 2 de mayo en Madrid. La Patria en peligro

Tras la caída de Godoy en el "motín de Aranjuez" el 17 de marzo de 1808, Carlos IV se ve obligado a abdicar en su hijo Fernando VII. Pero las tropas francesas ya se encuentran a las puertas de Madrid y el general Murat ocupa la capital el 23 de marzo. Napoleón atrae a Bayona al nuevo monarca y a su padre, quedando en Madrid como representación regia una Junta de Gobierno. Son conocidos los hechos acaecidos en Bayona, donde los dos Borbones protagonizan unas vergonzosas escenas familiares y ceden la corona a Napoleón, que nombrará rey de España a su hermano José Bonaparte.


Pero la acción se desarrolla en Madrid, donde el general Murat solicita a la Junta de Gobierno el traslado a Bayona de los dos únicos miembros de la familia real que permanecen en la capital: la Reina de Etruria (reino creado en el Pacto de Fointanebleau), que es hija de Carlos IV, y el infante Francisco de Paula. La Junta de Gobierno duda, pero ante las presiones de Murat y la petición que traslada un emisario de Fernando VII cede en una reunión en la madrugada del 1 al 2 de mayo.


El pueblo congregado a las afueras del Palacio Real la mañana del 2 de mayo vio como se trasladaba a la Reina de Etruria y otro coche esperaba la salida de Franciso de Paula. Ha quedado para la historia el grito de "Nos lo llevan" con el que se cuenta que la muchedumbre penetra en el Palacio Real y es acribillada por la Guardia Imperial de Murat. La lucha durará hasta la tarde y fue llevada a cabo por el pueblo de Madrid, con el apoyo de unos pocos militares como Luis Daoíz o Pedro Velarde, que se atrincheran con sus regimientos en el Parque de Artillería de Monteleón y resisten durante horas el acoso de las tropas francesas hasta ser masacrados por los refuerzos de Murat.


El general francés aprovechó para imponer la jurisdicción militar y anular el ya escaso poder de la Junta de Gobierno. Aunque el movimiento popular intentó cerrar las puertas de la ciudad, Murat terminó de introducir a sus 30.000 soldados que aguardaban a las puertas y, tras encarnizadas refriegas en las Puertas del Sol y de Toledo, junto a la ya mencionada batalla en el Parque de Artillería de Monteleón, se terminó de adueñar de la ciudad. Hay que señalar la presencia de mujeres entre los insurrectos, algunas de las cuales han pasado a los anales de nuestra legendaria historia, como Clara del Rey o Manuela Malasaña.


Conociendo los sucesos que se desarrollan en Madrid, el político Juan Pérez Villamil redacta un bando que firmarán los alcaldes de Móstoles: Andrés Torrejón y Simón Hernández:


Señores Justicias de los pueblos a quienes se presentase este oficio, de mí el Alcalde de Móstoles:


Es notorio que los Franceses apostados en las cercanías de Madrid y dentro de la Corte, han tomado la defensa, sobre este pueblo capital y las tropas españolas; de manera que en Madrid está corriendo a esta hora mucha sangre; como Españoles es necesario que muramos por el Rey y por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que so color de amistad y alianza nos quieren imponer un pesado yugo. Después de haberse apoderado de la Augusta persona del Rey; procedamos pues, a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente, como los Españoles lo son.

Dios guarde a Ustedes muchos años.

Móstoles dos de Mayo de mil ochocientos y ocho.

Andrés Torrejón
Simón Hernández



El levantamiento se extenderá a todo el país, dando comienzo a la Guerra de Independencia. La represión brutal de los invasores, con los masivos fusilamientos de La Moncloa, no acallará el grito triunfal del orgullo español.

Friday, February 24, 2006

Grandes Enigmas de Nuestra Historia: el 23-F (Capítulo 2)



"Ni está, ni se le espera". El golpe del 23-F


LOS PREPARATIVOS

Es complicado establecer con claridad la organización del golpe militar, aunque todo parece indicar que la acción de Tejero pretendía ser el detonante de una reacción en cadena del resto de guarniciones militares del país. Alfonso Armada contactó con Tejero, ya implicado en la Operación Galaxia, con quien planeó la llegada al Congreso de 350 guardias civiles en autobuses fletados por el falangista Juan García Carrés, único civil condenado posteriormente. Tejero debía controlar el edificio a la espera de que se desarrollaran acontecimientos y una autoridad militar superior le relevara.
Jaime Milans del Bosch

Milans del Bosch, Capitán General de Valencia, también estaba enterado del asalto al Congreso y debía controlar su zona militar. Armada aseguró en todo momento que el Rey respaldaba la acción y que, justo al producirse el asalto de Tejero, sería recibido en Zarzuela y recibiría el encargo de formar gobierno. Aunque la clave del éxito de la intentona sería la Acorazada Brunete.

La División Acorazada Brunete era la más poderosa del Ejército y estaba acuartelada a las afueras de Madrid. Su general jefe, José Juste, no estaba informado de los planes de Armada, y debía ser alejado de la guarnición por el coronel José Ignacio San Martín, su segundo. Luis Torres Rojas, antiguo general-jefe de la Brunete y enviado a la Gobernación Militar de La Coruña por falta de confianza del Gobierno, debía presentarse en la sede de la Acorazada y tomar el mando.

El CESID, los servicios secretos españoles de entonces, no fueron implicados en la posterior investigación. Aunque casi todos los analistas coinciden en que José Luis Cortina, jefe de su Agrupación de Operaciones Militares, estuvo enterado desde meses antes de los movimientos de los conspiradores.

En cuanto a las conexiones extranjeras, tanto los EEUU como la URSS conocían lo que iba a suceder en el Congreso desde al menos una semana antes. Aunque su apoyo, moral o logístico, a los golpistas parece totalmente descabellado.

EL 23-F

Documentos recientemente desclasificados indican que Milans del Bosch reunió a las 10 de la mañana a sus subordinados en Valencia y les comunicó que "sobre las 18:00 se va a producir un acto de fuerza, que no puedo indicar en qué va a consistir, pero es conocido por S.M. el Rey". Explica que mantendrá el control sobre la zona militar de Valencia pero "será por el tiempo indispensable, hasta que reciba órdenes directas de S.M, porque espero que el Rey las dé, una vez que el general Armada llegue a la Zarzuela tras producirse el hecho". Una posterior reunión a las 17:30 tenía como objeto ultimar los detalles de la salida de los tanques a la ciudad y el control de los puntos estratégicos de la misma.
Tejero se ajusta el tricornio en la tribuna del Congreso

A las 18:20, Tejero llega a las inmediaciones del Congreso en tres autobuses. De los 35 guardias civiles que le secunda, entran tras él 180, quedando el resto formando un cordón de seguridad alrededor del edificio. La Policía Nacional que custodiaba el edificio les franquea el paso, ante su rango militar y la creencia de que puede tratarse de una operación antiterrorista. En el hemiciclo se desarrolla la votación de Calvo-Sotelo como nuevo presidente y se llama a depositar su sufragio al diputado socialista Manuel Núñez Encabo.
Forcejeo entre los guardias civiles y Gutiérrez Mellado

En ese instante, Tejero irrumpe en la sala, sube rápidamente a la tribuna y grita las palabras más famosas de nuestra Historia reciente: "¡Todo el mundo al suelo!". El general Gutiérrez Mellado deja su escaño de vicepresidente y se acerca a los asaltantes reprochándoles su actitud, lo que origina un forcejeo en el que el anciano militar resiste en pie. Tejero dispara al techo y todos los diputados se lanzan al suelo, excepto Suárez, Carrillo y el propio Gutiérrez Mellado. "¡Se sienten, coño!". Algunos guardias civiles secundan a su teniente y disparan ráfagas de ametralladora al aire. La televisión deja de emitir, los locutores callan. Los guardias civiles se despliegan por el edificio y hacen prisioneros a los presentes, ordenando abandonar el Congreso a todo aquel que no sea diputado a ministro. Se anuncia a los rehenes que permanecerán allí hasta que "la autoridad competente, militar por supuesto, llegue para hacerse cargo de la situación". Suárez es aislado en el despacho de ujieres y los diputados aguardan en su escaño a que se clarifique la situación. Tejero telefonea a Milans del Bosch y le informa de la operación. A estas alturas, toda España conoce que la votación se ha interrumpido y los diputados son rehenes de los asaltantes. El golpe está en marcha.
Las afueras del Congreso, controladas por la Guardia Civil

La primera reacción en La Zarzuela es llamar a las Capitanías Generales y tranquilizar a todas las divisiones, pues no se conoce el alcance de la asonada, quién la dirige ni el seguimiento que va a tener en las próximas horas. Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa Real, será el que maneje la difícil situación. La clave de las conversaciones se vive alrededor de la Acorazada Brunete. El general Saénz de Tejada, jefe del Estado Mayor de la Capitanía de Madrid, habla con el coronel San Martín, segundo de la Brunete, a las 18:50. Éste último cree que Saénz de Tejada está al tanto del golpe y le informa: "estamos preparando las unidades para ocupar algunas zonas de Madrid". Saénz de Tejada traslada esta información al Capitán General de Madrid, Guillermo Quintana, quien al momento llama a José Juste, jefe de la Brunete.

Pocos momentos son tan bellos y a la vez tan trágicos como los instantes claves de los golpes militares. Contrariamente a lo que se cree, la mayor parte de los mandos militares no deciden su implicación hasta el último momento, cuando reciben la llamada definitiva ante la que tomar posición. En décimas de segundo, la voz balbuceante de un general desnivela la balanza y decide el futuro de su país. Existen varias versiones sobre los motivos que hicieron a la Acorazada Brunete no secundar el golpe. En principio se dijo que Juste, nada más conocer lo que ocurría, regresó a su división y deshizo la maniobra de San Martín. Aunque se impone la tesis de que hasta que Quintana y Fernández Campo no llamaron a Juste, éste había recibido instrucciones de Milans y se preparaba para movilizar sus unidades.

Quintana hizo rectificar a Juste y le recordó que Milans no era su superior, a la vez que ordenaba que mantuviera a sus tropas en los cuarteles. Fernández Campo, por su parte, conoció de su conversación con Juste la implicación de Armada en la operación. Juste preguntó por Armada, que según el plan debería estar en la Zarzuela recibiendo encargo del Rey de formar gobierno. "Ni está, ni se le espera" fue la contestación de Fernández Campo. Al conocerse en la Casa Real que Armada era el instigador y decía actuar con el beneplácito del Rey, se decide hablar con él mismo.Armada niega al Rey haber organizado la rebelión, aunque aprovecha para pedir acudir a la Zarzuela a clarificar la situación. Fernández Campo se lo prohíbe expresamente y la situación de Armada se complica.

En Valencia, Milans del Bosch ha dado órdenes de sacar a las calles sus unidades acorazadas pasadas las 18:30 de la tarde. A las 19:30 se transmite por radio el bando de Milans del Bosch, en el que asegura recibir órdenes del Rey y anuncia que mantendrá el orden en la ciudad hasta recibir nuevas instrucciones. Milans llama a Armada, con el que discute porque éste último no ha acudido aún a Zarzuela. El general Gabeiras, jefe del Estado Mayor del Ejército (máxima autoridad e inmediato superior de Armada) toma el teléfono y pide explicaciones a Milans, porque ha recibido noticias de Valencia. Éste niega todo y se escuda en unas maniobras.
Los tanques recorren las calles de Valencia en el anochecer del día 23

Mientras el Rey se comunica con todos los estamentos militares (a las 22:30 envía un télex a todas las Capitanías Generales), las tropas que ocupaban RTVE se retiran y dos reducidos equipos parten a la Zarzuela para grabar un mensaje del monarca. Se graban dos mensajes diferentes, aunque con el mismo contenido, mientras la Casa Real mantiene un tira y afloja con Armada. Al final, el Rey autoriza que Armada acuda al Congreso a negociar con Tejero aunque no en su nombre. Ya despunta el día 24.

EL DESENLACE

Armada llega al Congreso hacia la medianoche y es recibido con alivio por los guardias civiles. Discute a gritos con Tejero y le recita una lista de nombres que compondrían su gabinete; Armada todavía cree en la posibilidad de que el Rey le encargue formar gobierno. En la lista hay socialistas (Felipe González, Peces-Barba, Enrique Múgica o Javier Solana), ucedistas (Herrero de Miñón, Pío Cabanillas), Manuel Fraga, José María de Areilza, el comunista Solé-Tura o incluso independientes como Luis María Anson, López de Letona o Antonio Garrigues Walker. Tejero se siente engañado, porque él confiaba en una solución exclusivamente militar, que excluyese a los políticos del futuro de la nación.
El Rey, en su discurso televisado a la nación

A la 1:15 se retransmite por el único canal de TVE el discurso del Rey, pidiendo el regreso al orden constitucional y condenando el uso de la fuerza. En el Hotel Palace, el director general de la Guardia Civil José Aramburu Topete sigue los acontecimientos en el cercano Congreso. Durante la madrugada, cuando ya el golpe flaquea y Milans del Bosch retira sus tropas en Valencia pasadas las 6, se producen numerosos intentos de negociar la rendición de Tejero. Incluso se produce un enfrentamiento personal entre Aramburu y el propio Tejero, cuando el primero intenta imponer si jerarquía penetrando en el Congreso y forzándole a deponer su actitud. La situación pudo degenerar en desastre si Aramburu, que se echó la mano a su arma, no hubiera sido calmado por su escolta pues se hubiera desatado un tiroteo de consecuencias inimaginables.
Los diputados son liberados hacia el mediodía del 24

Un último coletazo de los golpistas supone la aparición en las puertas del Congreso de Ricardo Pardo Zancada, oficial de la Brunete, al mando de un destacamento de la Policía Militar. Por este desesperado intento de relanzar un golpe desactivado por el mensaje del Rey, Pardo también fue condenado a prisión en el posterior juicio celebrado en Campamento.
Sólo ya entrada la mañana se produce el llamado pacto del "capó", redactado por Armada sobre el capó de un jeep a las puertas del Congreso. Se le promete una rendición honrosa a Tejero y que las responsabilidades sólo concernirán a los mandos, de capitán hacia arriba del escalafón. Casi al mediodía del día 24, Tejero anuncia en el hemiciclo la liberación de los diputados y del Gobierno de la nación. El Golpe del 23-F ha fracasado.

Thursday, February 23, 2006

Grandes Enigmas de Nuestra Historia: el 23-F (Capítulo 1)

Antonio Tejero, en la tribuna del Congreso de los Diputados

23-F. España amenazada (1)

LA HISTORIA OFICIAL


Tras la dimisión de Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno, el Congreso de los Diputados votaba la tarde del 23 de febrero la candidatura de Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) para sustituirle en el cargo. Pasadas las 6 de la tarde, el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina irrumpía en el edificio al mando de 340 guardias interrumpiendo la votación. Tras tomar controlar el edificio y tomar como rehenes a los diputados, esperó acontecimientos en otras guarniciones del país. El Capitán General de Valencia, el general Jaime Milans del Bosch, sacó los tanques a las calles de la capital levantina. Tras consultar con las autoridades militares, la unidad más poderosa del Ejército, la Acorazada Brunete, no secundó el golpe.


La Casa Real ordenó calma a todos los capitanes generales y se comunicó con Alfonso Armada, segundo del Estado Mayor del Ejército y en boca de todos como inductor de la asonada. Tras la orden tajante de Juan Carlos I, Milans del Bosch retiró los tanques y se emitió de madrugada por TVE un mensaje del monarca tranquilizando a la población. Armada negoció con Tejero su rendición, que llegaría ya por la mañana, cuando el intento había fracasado. Fueron procesados 32 militares y un civil; Tejero y Armada, las dos figuras más conocidas de la rebelión militar, fueron condenados a 30 años de cárcel.


Felipe González y Adolfo Suárez, en una imagen de 1979

LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS


Tras la muerte de Franco en noviembre de 1975, Juan Carlos de Borbón accedió al trono. Su primer gobierno mantuvo al Presidente anterior, Carlos Arias Navarro, hasta que fue sustituido por Adolfo Suárez en julio de 1976. Bajo su mandato se acometieron la legalización de partidos, la amnistía a los presos políticos y la disolución de las Cortes franquistas. En junio de 1977 se celebraron elecciones, en las que triunfó la UCD de Suárez, un nuevo partido que reunía a políticos moderados provenientes del franquismo. De estas elecciones salieron las Cortes Constituyentes, donde se elaboró la Constitución Española aprobada en referéndum en diciembre de 1978. En las elecciones de marzo de 1979 volvió a vencer sin mayoría absoluta la UCD y Suárez comenzó un nuevo mandato, aunque la pérdida de las elecciones municipales y la consolidación del PSOE como principal partido de oposición dieron lugar a una difícil gobernabilidad.


La complicada situación económica obligó al consenso en esta materia, cristalizada en los Pactos de la Moncloa (1977). En noviembre de 1978 fue desmontada la llamada Operación Galaxia, en la que resultó implicado Antonio Tejero, un proyecto de golpe de estado militar que pretendía volver atrás en las reformas y restaurar los principios del franquismo. A la vez, el terrorismo de ETA golpeó con especial virulencia en estos años, especialmente al estamento militar. En noviembre de 1977 se produjo el primer asesinato de un militar y 1980 fue el año de mayor actividad de la banda, lo que unido a las tensiones internas en la gobernante UCD, llevó a Suárez a dimitir el 29 de enero de 1981.


Alfonso Armada, consejero personal del Rey e inductor del golpe de Estado

EL CLIMA DEL GOLPE


El Ejército vio desde el comienzo con mucho recelo el proceso de reformas políticas emprendidas por Suárez. La legalización del Partido Comunista (PCE) durante la Semana Santa de 1977, tras la promesa del presidente a los militares de no hacerlo, fue un primer foco de tensión. La Constitución, con un fuerte desarrollo de competencias autonómicas, o la aparición en el Congreso de los nacionalismos periféricos fueron señales que el Ejército interpretó en su mayoría como amenazas a la unidad de España. Si a ello unimos la debilidad del Gobierno en materia de orden público (manifestaciones, terrorismo etarra), fueron muchos los que vieron a Suárez como un peligro que destruiría la herencia de Franco. Otras capas del Ejército, como el Vicepresidente del Gobierno, general Manuel Gutiérrez Mellado, permanecieron en todo momento fieles a las reformas de la UCD.


Durante 1980, era un secreto a voces la "muerte política" de Adolfo Suárez. La oposición del PSOE o Alianza Popular propuso en más de una ocasión la figura de un Presidente de consenso, civil o militar, que condujera al país a las próximas elecciones generales y tratase de resolver problemas gravísimos como la hiperinflación o el auge del terrorismo. El propio Rey mencionó en muchos encuentros con Carrillo, González o Fraga la necesidad de hacer caer a Suárez. Esta atmósfera conspirativa dio lugar a muchas reuniones de políticos con personajes de la esfera militar como el general Alfonso Armada, antiguo profesor y consejero del Rey. Hay que señalar que en la España de esos momentos la sombra del franquismo era alargada y la amenaza de un golpe de estado estaba presente en cada momento, lo que obligaba a que políticos de todas las tendencias tuvieran en cuenta al Ejército en cada movimiento. Armada envió a La Zarzuela un informe en este sentido, proponiendo un gobierno de concentración nacional votado por el Congreso y encabezado por una figura de prestigio.

Thursday, February 02, 2006

Historias de leyenda: Ramón Baglietto

Un millar de personas se manifiestan en Azcoitia en apoyo a los asesinos de Ramón Baglietto

El verdadero rostro del terrorismo etarra

La pasada noche, Telecinco emitió una soberbia investigación sobre la vida actual de los asesinos de Ramón Baglietto: 'Diario de... Mi vecino, el terrorista que mató a mi marido' . Es conocida la historia del asesinato de este simpatizante de la UCD en Azcoitia en 1980, por la que los terroristas autores del homicidio fueron condenados a cerca de 50 años de cárcel. Salieron de ella en sólo 15, no pagaron la compensación económica y volvieron a Azcoitia. Uno de ellos ha montado una cristalería bajo la casa de Pilar Elías, viuda de Baglietto y única concejal del PP en la localidad guipuzcoana. Su supuesto arrepentimiento quedó claro ante la cámara oculta del periodista de Telecinco: lejos de pedir perdón a la viuda, se siente la víctima de esta terrible historia.

El 13 de mayo de 1980, Ramón Baglietto regresaba a su domicilio de Azcoitia desde su tienda de muebles en la cercana localidad de Elgóibar. Al pasar por el Alto de Azcárate, un comando etarra le persiguió en otro vehículo y acribilló a tiros haciéndole perder el control del automóvil. Baglietto quedó inconsciente tras estrellarse su coche contra un árbol en la bajada del puerto. Uno de sus asesinos, Cándido Azpiazu, se acercó y le descerrajó el tiro de gracia. Ramón Baglietto, simpatizante de la UCD de 40 años de edad, había acudido en auxilio de Azpiazu, su hermano y su madre cuando habían sido atropellados casi 20 años antes. Baglietto, entonces un joven, cogió en brazos a Cándido, de 14 meses, que antes de cumplir la mayoría de edad se habría convertido en su verdugo.

Pilar Elías tomó la decisión de seguir la línea política de su difunto esposo y entró en política local. Desde hace años vive permanentemente con escolta y ha recibido varios artefactos explosivos desactivados por la Ertzaintza. Es la única edil del PP en Azcoitia y continúa viviendo en la misma casa de siempre. Hace menos de un año, Cándido Aspiazu regresó a Azcoitia y compró el bajo del edificio en el que vive Pilar Elías, donde ha montado una cristalería. Condenado a 49 años de cárcel, Azpiazu ha cumplido sólo 15 por buena conducta al igual que otro de los asesinos, José Ignacio Zuazolazigorraga, quien tiene un restaurante a tan sólo unos kilómetros de Azcoitia. Ninguno de los dos ha pedido perdón a la familia de Baglietto y se declararon insolventes ante la indemnización a su viuda.

Pilar Elías manifestó que "éstos lo que quieren es que yo me vaya de mi casa, y yo he nacido aquí, y si Dios quiere, no diré que moriré aquí, pero les costará echarme. Que se larguen ellos y nos dejen a nosotros en paz. Es nuestra tierra". Para ella, la compra del bajo de su edificio es "una provocación". Pedro Baglietto, hermano de la víctima, dijo que "personalmente no he tenido nunca ningún instinto de venganza. Lo que pasa es que de ahí a que se instalen precisamente debajo de casa, parece que indica que no hay ningún arrepentimiento y, no sólo eso, sino una actitud desafiante". El último pleno del Ayuntamiento de Azcoitia sacó adelante con los votos de PNV-EA una moción de apoyo a los etarras Azpiazu y Zuazolazigorraga en la que se aseguraba que tienen derecho a reorganizar sus vidas, y manifestándose en contra del auto de la Audiencia Nacional que embarga sus bienes por no haber pagado la indemnización que le corresponde a Pilar Elías y sus hijos. El alcalde, Asier Arambarri (PNV), dijo que la situación era muy "compleja", y se tiene que resolver "con buenas dosis de generosidad, sobre todo por parte de la actual concejala del Partido Popular, Pilar Elías".

Ayer, ante las cámaras ocultas de Telecinco, Azpiazu declaró que no tenía que arrepentirse de nada. Rechazó que fuese cierto que Baglietto le hubiera salvado la vida pero dijo que, de ser cierto, eso no cambiaba las cosas. Explicó que Baglietto era un político represor y que volvería a hacerlo una y mil veces, que le conocía desde pequeño pero estaba obligado a asesinarle por motivos ideológicos. La mujer de Azpiazu incluso acusó a Pilar Elías de "falta de humildad" y la culpó de la tensa situación. Zuazolazigorraga fue más lejos y, cuando se le preguntó si pediría perdón a la viuda, respondió "¿Perdón de qué?".

Esperamos que el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conozca historias como ésta y renuncie a la deshonra de pedir esfuerzos a las víctimas como hizo la pasa noche en Cuatro. Las familias de los asesinados por ETA han tenido el valor de permanecer en el pueblo, de renunciar a todo tipo de venganza y de aceptar que los asesinos regresen a su tierra sin cumplir íntegras las penas y lejos de pedir perdón o manifestar arrepentimiento. Solicitarles más comprensión ante la situación es ponerse claramente del lado de ETA y de la triste mayoría de la sociedad vasca que, directa o indirectamente, alienta el clima de miedo y amenaza hacia los no nacionalistas. Sobre una historia así no se hacen películas ni se escriben libros en España. Los patéticos artistas de nuestro país reservan sus pegatinas para el "No a la Guerra" y nos avergüenzan con apologías del terrorismo como "La pelota vasca".

Ramón Baglietto o sus familiares son los héroes del mañana, personas que se recordarán con el paso de las generaciones como ejemplos de integridad y resistencia ante la opresión del terrorismo. No se puede pedir más generosidad a Pilas Elías que asistir a los plenos del Ayuntamiento escoltada y escuchando gritos y consignas llamándola "fascista" o "torturadora". Historias como ésta deben servir para renunciar a atajos inmorales en la lucha contra la sinrazón: áquel que asesina a un vecino que le socorrió de niño por "ideología" y no se arrepiente, deja de merecer todo respeto como ser humano. La paz que pedía Azpiazu es la del silencio de los corderos, el triunfo de las armas sobre el respeto a la justicia y la vida humana. No les demos la satisfacción de tan injusta victoria.

Monday, December 05, 2005

Grandes Engaños de la Historia


RESTAURANTE "EL DESCANSO": EL PRIMER GOLPE DE LA YIHAD

El 12 de abril de 1985, un potente artefacto explosivo voló el restaurante "El Descanso" segando la vida de 18 personas e hiriendo a más de 70. El restaurante estaba situado en el municipio de Torrejón de Ardoz, muy cerca de la base aérea militar. En ella estaban destacados numerosos militares estadounidenses, supuestamente el objetivo del ataque terrorista, aunque todos los fallecidos fueron españoles. Lo avanzado de la noche, eran las 22:30, hizo que casi todos los norteamericanos ya hubieran abandonado el establecimiento. En el momento de la deflagración, se hallaban 200 personas en el interior del edificio.

No hubo ningún detenido por el atentado, archivándose el sumario por falta de autor conocido. Al día siguiente, el ministro del Interior, José Barrionuevo, sostuvo que el ataque, para el que se había empleado cloratita, había sido realizado por ETA "en colaboración con grupos euroterroristas". Por tanto, no daban excesivo crédito a la reivindicación de la Yihad Islámica, que desde Beirut se atribuyó la carnicería. La investigación no avanzó aunque la gran mayoría de estudios consideran a día de hoy este atentado como obra del terrorismo islamista. Recordemos que se ha solicitado la extradición de Mustafá Setmariam, miebro de Al Qaeda, recientemente detenido en Pakistán, porque supervivientes del ataque le han reconocido como uno de los comensales aquella noche fatídica.

Es importante situar el contexto político del acontecimiento. España, gobernada entonces por la UCD de Calvo Sotelo, había ingresado en la OTAN en mayo de 1982 con la oposición del PSOE. El eslogan socialista ("OTAN de entrada no") cambió cuando alcanzaron el poder en octubre de 1982 con mayoría absoluta. En la primavera de 1985 se debatía el referéndum del año próximo, en el que se debía decidir la entrada definitiva en la Alianza Atlántica. Además, en junio se iba a rubricar la adhesión a la Comunidad Económica Europea y tan sólo unos días después del atentado se iba a producir la visita del presidente norteamericano Ronald Reagan a España.

José González, propietario del restaurante y superviviente, ya había denunciado su miedo a algún tipo de represalia tras oírse insultos contra el establecimiento en varias manifestaciones anti-OTAN sucedidas en los meses anteriores. Sea cual sea el autor, se debe entender el brutal ataque como un intento de promover el rechazo a la presencia norteamericana y a la OTAN entre la población española. Afortunadamente, a pesar de las pobres y erróneas explicaciones dadas por el gobierno socialista, los españoles se comportaron con confianza en sus instituciones y responsabilidad histórica. Aunque por un estrecho margen, ganó el Sí en el referéndum del 12 de marzo de 1986 y España se integró totalmente en la OTAN.
Se celebró un pequeño homenaje en el "bosque de los ausentes" este año al conmemorar los 20 años de la matanza. Hay que advertir lo olvidado que fue aquel gravísimo acto de terror y lo difícil que es hoy en día encontrar reportajes o libros que se refieran a "El Descanso" al recorrer la historia del terrorismo en España. Sí hay que decir que todos aquellos que lo nombran no lo consideran un atentado obra de ETA sino del terrorismo islámico. En ocasiones, bucear un poco en los periódicos o revistas de aquella época nos proporciona pequeñas muestras impagables de situaciones que hemos vivido de nuevo hace muy pocas fechas. Y además nos muestra qué diferentes fueron las reacciones y comportamientos de la sociedad de cada momento.

Monday, November 21, 2005

Personajes de la Historia


FRANCO (1892-1975). 30 AÑOS DE SU MUERTE
El 20 de noviembre de este año se han cumplido las tres décadas desde la muerte de Francisco Franco Bahamonde, militar español que resultó vencedor de la Guerra Civil. Asumió la Jefatura del Estado y gobernó dictatorialmente casi cuarenta años hasta su fallecimiento. Con su desaparación, el régimen personalista que había fundado se derrumbó y dio paso a la monarquía parlamentaria que conocemos en la actualidad.
Nació en El Ferrol y pronto se destacó en la Guerra de Marruecos, siendo en el momento de su ascenso el general más joven de Europa. Con Primo de Rivera dirigió la Academia Militar de Zaragoza y durante la República sofocó las revueltas de Asturias (1934) y fue trasladado a Canarias en 1936 tras la victoria electoral del Frente Popular.
Desde allí se sumó al Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936, pasando el Estrecho al mando del Ejército de África. La muerte del general Sanjurjo en Estoril al partir para unirse a la asonada y el accidente de tráfico del general Mola en el frente Norte le dejaron al mando de los sublevados. Así, fue nombrado Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos en Burgos por la Junta de Defensa Central y el 1 de abril de 1939 asumió de manera efectiva el mando de la nación.
Al principio se apoyó en los signos y personas provinientes de la Falange, alineándose con los fascismos de Mussolini y Hitler en la política exterior. El cambio de rumbo de la Segunda Guerra Mundial le dejó aislado y, lentamente, fue desmontando el aparataje fascista del régimen para apostar por el nacionalcatolicismo, una doctrina basada en los principios del Movimiento Nacional y el apoyo de la Iglesia. Suprimidas las libertades públicas y políticas, el régimen vivió en el limbo legal tanto dentro como fuera de España. El apoyo a los Estados Unidos en su Guerra Fría contra la URSS fue sacando poco a poco a España de la autarquía económica y política, entrando en 1955 en la ONU.
La década de los sesenta palió en parte el brutal empobrecimiento económico y cultural vivido en los cuarenta y cincuenta. La progresiva liberalización económica emprendida por los tecnócratas del Opus Dei y la institucionalización del régimen en la Ley Orgánica del Estado en 1966 fueron los principales hitos de esta década. Se separaban los cargos de Presidente del Gobierno y Jefe de Estado. En 1969 es proclamado Juan Carlos de Borbón heredero y se acelera el progresivo envejecimiento de Franco que le va alejando de las tareas de estado.
Delega el Gobierno en el almirante Carrero Blanco, asesinado en 1973 por ETA. En julio de 1974 cede temporalmente la Jefatura del Estado al príncipe Juan Carlos de manera temporal, abandonando completamente el plano político al agudizarse la enfermedad. La suya fue una larga agonía que le llevó a delegar de nuevo las funciones en el heredero el 30 de octubre de 1975. Se ha hablado mucho de que su muerte, el 20 de noviembre del mismo año, fue retrasada todo lo posible por los atemorizados dirigentes de su régimen.
Efectivamente, a su muerte no tardó mucho en recuperarse la democracia. Es difícil valorar desde la distancia su vida y obra, pero sí que parece claro que fue un personaje clave para entender nuestro siglo XX y muchos de sus actos tienen vigencia diariamente. Su dictadura represiva sentó las bases del victimismo de las izquierdas, marcó a la Iglesia católica por su condescendencia y fomentó el fortalecimiento de los nacionalismos periféricos. Asimismo, estigmatizó a la derecha española e hizo desparecer el sentimiento de orgullo nacional con el obligado exaltamiento que se hizo durante su régimen. Dicen sus defensores que fue un hombre de principios aunque poco brillante intelectualmente, trabajador y honrado, que amó mucho a España. No dudo de sus buenas intenciones, pero sus métodos totalitarios nos trajeron lo contrario de lo que dijo defender: cuarenta años sin libertad y el debilitamiento de la nación española.

Sunday, November 06, 2005

Grandes Engaños de la Historia


La Marcha Verde, 30 años después

Todos los telediarios nacionales han mencionado hoy una efeméride histórica: los 30 años de la Marcha Verde marroquí sobre el entonces Sáhara español. Ya mencionamos este episodio en nuestro reportaje de dos capítulos "España en el Sáhara", pero es obligado volver brevemente sobre él.

En el año 1975, un anciano Franco se vio obligado en dos ocasiones a delegar la jefatura del Estado en Juan Carlos de Borbón a causa de sus graves crisis de salud. Siendo presidente del gobierno Carlos Arias Navarro, España se veía obligada a replegarse del Sáhara para dar la posibilidad al pueblo saharaui de elegir su destino según una resolución de la ONU. Sin embargo, el soberano marroquí Hassán II mantuvo conversaciones con varios ministros españoles y decidió tomar una medida de fuerza: una marcha civil sobre el Sáhara. Así, 350.000 civiles sabiamente dirigidos por las autoridades del país alauí avanzaron hasta la frontera. Allí les esperaba el ejército español que, debido al carácter civil de la invasión, no disparó ni les impidió el avance. Estamos en el día 6 de noviembre de 1975 y Marruecos va más allá y los civiles penetran en territorio español. El Sàhara ya es virtualmente marroquí.

El complicado estado de salud de Franco obliga a una retirada precipitada pues la toma de posiciones ante la sucesión del dictador reúne todas las energías de los políticos franquistas. El 14 de noviembre, con la firma de los Acuerdos de Madrid, España abandona el Sáhara español y lo entrega a Marruecos y Mauritania.
LINKS: Excelente artículo del catedrático de Derecho Constitucional Carlos Ruiz Miguel, investigador del Real Instituto Elcano y principal experto en España sobre el contencioso saharaui: http://exteriores.libertaddigital.com/articulo.php/1276230892